Compatriotas:
En los últimos 6 años hemos sido obligados a sobrevivir en este inmenso caos que nos dejó la cuarentona partidocracia venezolana.
Después de 4 décadas de abusos, el país quedó en manos de este charlatán de pueblo, megalómano, narcisista y absolutamente corrupto, que no nombramos por asco ciudadano. Un pichón de dictador, sostenido por un ejército servil de mercenarios y aduladores que portan quincallas de condecoraciones chatarra, inmerecidas todas porque sólo en prácticas han disparado un tiro.
Es el desgobierno de un loco con un insoportable bla bla bla, que no sólo no soluciona nada, sino que además puede conducir al país a una sangrienta intervención o a la violencia fraticida de una guerra civil prácticamente ya iniciada.
Hay una enorme distancia entre lo que dice el militar gorila, y lo que hace.
La realidad es que su gobierno, caracterizado por la corrupción más atroz y generalizada y la ineficiencia más absoluta, y con una total carencia de los valores que proclama, ha agravado profundamente todos, absolutamente todos, los problemas que consiguió, especialmente el hambre, la miseria y la desesperación.
Venezuela es hoy un pobre país más miserable que nunca. Sostenido con los sobrados de la corrupción y el derroche inmisericorde de los dineros públicos, que pagaremos con más miseria, cuando termine la fiesta del desastre moral, político, económico, social y humano que es la Venezuela de hoy.
Es una dura verdad. Pero es la verdad.
¡No puede ser que los testículos de todo un pueblo se hayan quedado sin testosterona!
Es hora de que los venezolanos nos pongamos los pantalones.
...Si queremos seguir alardeando de unos lazos de consanguinidad con nuestros libertadores que quedaron truncos hace ya demasiado tiempo.
Pedro J. Avila
CNP 2621
Saturday, January 08, 2005
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