Saturday, December 02, 2006

VENEZUELA: ENTRE LA LIBERTAD Y EL HORROR

La democracia en Venezuela murió desde que permitimos que el lunático que desgobierna tomara el poder. Lo que tenemos es una caricatura de “el menos malo de los sistemas de gobierno”.

Esto es peor que el régimen de Pérez Jiménez, lo que pasa es que han cambiado las formas. No hay democracia, pero, sin embargo, hay aun cierta “libertad de expresión”: Sitiada, acosada, agobiada, perseguida, acorralada…pero se permiten pequeñas islas de “libertad de expresión” para dar la apariencia de “democracia”.

Recuerda: No hay democracia con hambre (Lo dijo uno de los causantes de que tengamos este desastre)

Chávez es lo peor que le ha sucedido a Venezuela. Incluso considerando que el país, desde sus orígenes, ha sido gobernado por delincuentes, más del 95 por ciento del tiempo de su vida “y que republicana”. Imagínate la extrema debacle a que llegaremos si este señor “gana”.

Te invito a comprobar mis apreciaciones, revisando la lista de gobernantes (en su mayoría asaltantes de camino) e investigando la verdadera historia de Venezuela.

Recuerda que Venezuela, con muy escasas excepciones (los 40 anos de que tanto se habla y unos pocos más), ha sido propiedad privada de militares de chapita barata, que han asaltado el poder uno tras otro, y se han repartido la riqueza a mansalva.

Después de Bolívar, es casi nada lo que ha valido la pena.

Lo que va a pasar a partir del 3 de Diciembre está escrito como una incógnita:
1. La oposición ganará las elecciones.
2. El consejo electoral de Chávez, dirá que ganó su amo Y, entonces…
3. Lo que pueda pasar dependerá de la dignidad del pueblo venezolano, frente a la capacidad de represión que tengan los mercenarios del régimen, cuyos bolsillos están repletos de los petrodólares de la corrupción, que es lo único que puede mostrar este régimen, el más perverso de todos en la triste historia de Venezuela.

Dejaremos a nuestros hijos un país infinitamente peor que el que recibimos de nuestros padres. Pero pronto, muy pronto, volverá a brillar la libertad, que es el único motivo por el cual la vida merece ser vivida.

Pedro J. Avila